¿CÓMO GESTIONAR LOS CONFLICTOS RELACIONADOS CON LA SALIDA A LA CALLE?

La alarma sanitaria derivada del COVID-19 ha supuesto una serie de medidas restrictivas dentro del Estado de Alarma, con el fin de poder gestionar las consecuencias sanitarias de la pandemia. Durante casi dos meses hemos estado en confinamiento estricto en nuestros hogares. Los niños y niñas más pequeñas, y también los y las adolescentes, han hecho un gran esfuerzo todo este tiempo.
 

Desde el pasado 26 de abril podemos realizar paseos cortos con nuestros hijos e hijas hasta los 14 años en las franjas horarias estipuladas. Durante la fase 1, todavía se mantiene la regla del 1: 1 paseo; 1 adulto con hasta 3 niños y/o niñas; 1 hora; 1 kilómetro alrededor de casa.
 

No obstante, es posible que los y las niñas más pequeñas no quieran salir de casa por miedo o ansiedad ante el posible contagio, o bien, que se nieguen a volver al hogar para pasar más tiempo de lo permitido en la calle. Para abordar todas estas cuestiones, el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ha elaborado una guía con pautas para prevenir y gestionar estos conflictos. 

1.    Nos preparamos para salir: Es importante que las personas adultas expliquen a los y las menores cómo van a ser las salidas a la calle. Siempre bajo la tranquilidad, se les explicará qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer. Se puede hacer un pequeño ensayo en el hogar para practicar qué hacer si nos encontramos con alguna persona conocida. Si tienen miedo a salir, se puede preparar la ropa y el juguete que van a llevar durante el paseo, y se puede elegir con ellos y ellas el recorrido que se va a hacer dentro del kilómetro permitido.
 

2.    Salimos, ya estamos en la calle: Es útil llevar en el bolso gel hidroalcohólico por si fuera necesario. Iremos preguntando cómo se sienten a medida que avanza el paseo. Si observamos alguna conducta que no es correcta, reconducir siempre desde la tranquilidad y sin regañar.
 

3.    Después del paseo: Indicar siempre la rutina de dejar el calzado a la entrada de la casa, lavarnos las manos con jabón mientras cantamos cumpleaños feliz dos veces, y cambiarnos de ropa. Revisaremos y recordaremos lo bien que hemos seguido las normas del paseo y programaremos el próximo. Si hubiera dudas, se resuelven.
 

4.    Cómo abordar situaciones específicas:

          a.    No quieren salir: Es fundamental respetar su decisión y explorar cuál es la razón (miedo, preocupación). No se debe restar importancia a lo que sienten. Se puede incorporar algún ejercicio de relajación como la respiración abdominal, la relajación muscular o la relajación en imaginación antes de las salidas a la calle. Esto ayudará a que sientan más tranquilidad para salir.
 

          b.    No quieren ponerse la mascarilla (en el caso de que deban hacerlo): Se puede probar antes en casa para que se vayan acostumbrando a la sensación, o jugar a que es la máscara de Super-Agentes contra el Coronavirus.
 

          c.    Tocan algo o se acercan a alguien: Siempre bajo la tranquilidad, cogerles de la mano, acercarles a nosotros y saludar desde lejos a la otra persona como habíamos practicado en casa. Si tocan algo, es útil llevar gel hidroalcohólico.
 

          d.    No quieren volver a casa o quieren ir al parque: Recordar con tono de voz calmado que el paseo ha terminado, tal y como lo habíamos hablado en casa, y que el próximo día que sea posible se repetirá el paseo. Si es posible, evitar pasear cerca de zonas infantiles.
 



Para acceder al documento completo y tener más información, accede al siguiente enlace donde obtendrás la guía gratuita “Recomendaciones para la salida del confinamiento con los niños, niñas y adolescentes”.
 

Desde el 11 de mayo es posible realizar pequeñas reuniones en grupos de menos de 10 personas. Los y las adolescentes mayores de 14 años pueden salir con sus amistades a realizar pequeños paseos. Es fundamental recordarles que estos paseos, aunque no se realicen con una persona adulta, también conllevan una serie de normas que han de cumplirse de forma estricta. El distanciamiento social de 2 metros con personas con las que no se conviva, el lavado de manos constante, y no tocarse la cara o el mobiliario urbano, son normas que han de mantenerse. Además, los paseos siguen delimitados a las franjas horarias especiales. En el caso de que estas normas no se cumplan, será necesario revisar el comportamiento del o la menor e introducir modificaciones en las propias normas del hogar. Pasear junto con las amistades es un privilegio que conlleva una gran responsabilidad.
 

Y tú, ¿has tenido algún conflicto con tus hijos o hijas? Si es así, prueba a implementar estas indicaciones. Recuerda que lo más importante es la constancia, no verás los resultados al día siguiente, pero sí al cabo de unos días.

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