¿CÓMO DEBEN SER LAS NORMAS?
Hoy continuaremos con una nueva publicación destinada al tema de las normas y los límites en el hogar. Como habíamos adelantado anteriormente, es normal que surjan dudas acerca de qué normas poner, cómo establecerlas, o incluso cómo hacer que se cumplan.
A continuación, hablaremos sobre una serie de características que han de tener las normas y que garantizan que lleguen a cumplirse de forma exitosa:
1. Claras y concretas: En cuanto a qué se tiene que hacer, cuándo, quién, cómo y qué consecuencias supone su cumplimiento o incumplimiento. Cuanto más planifiquemos lo que va a suceder, más probabilidades habrá de que lo cumplamos. En las normas sucede lo mismo: Cuanto más clara es una norma, más seguridad transmitimos a nuestros hijos e hijas de lo que esperamos sobre su conducta.
2. Consistentes y coherentes: Con los valores que en la familia se pretenden transmitir. Con ellas les trasladamos qué esperamos sobre sus conductas, qué queremos que hagan y cómo queremos que se comporten. Por ello, las normas tienen que ir de la mano con esos valores que queremos transmitirles. Además, las normas nos ayudan a fomentar estos valores (por ejemplo, la educación, la constancia, la salud, la solidaridad, …).
3. Adecuadas a las capacidades de los/las menores: Debemos tener en cuenta tanto la edad de nuestros hijos e hijas como sus capacidades, habilidades, grado de madurez y responsabilidad, a la hora de establecer qué normas y qué límites deben cumplir. Por ejemplo, si tiene 4 años, le ayudaremos a hacer su propia cama y le pediremos que coloque la almohada. Sin embargo, si tiene 14 años, ha de hacer por su cuenta la cama completa.
4. Acordadas, negociadas y razonadas: Una norma que está bien explicada y razonada, que tiene sentido y es entendida por los y las menores, tiene más probabilidad de ser cumplida. Esta posibilidad aumenta aún más si los límites de la norma han podido ser negociados y además se ha llegado a un acuerdo con nuestros hijos o hijas. Esta consideración puede ser aplicable para las normas importantes o accesorias.
5. Con consecuencias explícitas: Tanto para su cumplimiento como para su incumplimiento. En el momento en el que se establece la norma es en el que deben quedar claro qué consecuencias supondrá tanto si la norma se cumple como si no es así. Por ejemplo: Puedes utilizar la Tablet una hora al día. Si te excedes, el día siguiente no podrás usarla. En cambio, si la utilizas el tiempo acordado, al día siguiente puedes seguir utilizándola durante una hora. Y dentro de unas semanas podemos valorar si aumentar el tiempo de uso.
6. Revisables y evaluables periódicamente: Las normas no pueden ser algo fijo y estático indefinidamente. Necesitan revisarse periódicamente para poder evaluar el grado de cumplimiento de la misma, decidir si continúa siendo necesario que exista esa norma, además de valorar si la norma se asume por parte del o la menor como algo propio, un hábito adquirido.
Aquí te dejamos un vídeo acerca de qué consideraciones hemos de tener en cuenta para el establecimiento de las normas en el hogar durante este momento del confinamiento y el Estado de Alarma, que implica pasar más tiempo en casa:
Las normas que hay en tu hogar, ¿cumplen con las anteriores características? ¿Crees que podrías revisar y mejorar las normas teniendo en cuenta los anteriores puntos? Para empezar, prueba con una sola norma y comprueba si esos cambios funcionan. Recuerda que el éxito no se verá de hoy para mañana, sino que es necesaria la constancia y la perseverancia.
A continuación, hablaremos sobre una serie de características que han de tener las normas y que garantizan que lleguen a cumplirse de forma exitosa:
1. Claras y concretas: En cuanto a qué se tiene que hacer, cuándo, quién, cómo y qué consecuencias supone su cumplimiento o incumplimiento. Cuanto más planifiquemos lo que va a suceder, más probabilidades habrá de que lo cumplamos. En las normas sucede lo mismo: Cuanto más clara es una norma, más seguridad transmitimos a nuestros hijos e hijas de lo que esperamos sobre su conducta.
2. Consistentes y coherentes: Con los valores que en la familia se pretenden transmitir. Con ellas les trasladamos qué esperamos sobre sus conductas, qué queremos que hagan y cómo queremos que se comporten. Por ello, las normas tienen que ir de la mano con esos valores que queremos transmitirles. Además, las normas nos ayudan a fomentar estos valores (por ejemplo, la educación, la constancia, la salud, la solidaridad, …).
3. Adecuadas a las capacidades de los/las menores: Debemos tener en cuenta tanto la edad de nuestros hijos e hijas como sus capacidades, habilidades, grado de madurez y responsabilidad, a la hora de establecer qué normas y qué límites deben cumplir. Por ejemplo, si tiene 4 años, le ayudaremos a hacer su propia cama y le pediremos que coloque la almohada. Sin embargo, si tiene 14 años, ha de hacer por su cuenta la cama completa.
4. Acordadas, negociadas y razonadas: Una norma que está bien explicada y razonada, que tiene sentido y es entendida por los y las menores, tiene más probabilidad de ser cumplida. Esta posibilidad aumenta aún más si los límites de la norma han podido ser negociados y además se ha llegado a un acuerdo con nuestros hijos o hijas. Esta consideración puede ser aplicable para las normas importantes o accesorias.
5. Con consecuencias explícitas: Tanto para su cumplimiento como para su incumplimiento. En el momento en el que se establece la norma es en el que deben quedar claro qué consecuencias supondrá tanto si la norma se cumple como si no es así. Por ejemplo: Puedes utilizar la Tablet una hora al día. Si te excedes, el día siguiente no podrás usarla. En cambio, si la utilizas el tiempo acordado, al día siguiente puedes seguir utilizándola durante una hora. Y dentro de unas semanas podemos valorar si aumentar el tiempo de uso.
6. Revisables y evaluables periódicamente: Las normas no pueden ser algo fijo y estático indefinidamente. Necesitan revisarse periódicamente para poder evaluar el grado de cumplimiento de la misma, decidir si continúa siendo necesario que exista esa norma, además de valorar si la norma se asume por parte del o la menor como algo propio, un hábito adquirido.
Aquí te dejamos un vídeo acerca de qué consideraciones hemos de tener en cuenta para el establecimiento de las normas en el hogar durante este momento del confinamiento y el Estado de Alarma, que implica pasar más tiempo en casa:
Las normas que hay en tu hogar, ¿cumplen con las anteriores características? ¿Crees que podrías revisar y mejorar las normas teniendo en cuenta los anteriores puntos? Para empezar, prueba con una sola norma y comprueba si esos cambios funcionan. Recuerda que el éxito no se verá de hoy para mañana, sino que es necesaria la constancia y la perseverancia.
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