PREVENCIÓN FAMILIAR EN CASA

En la publicación anterior hablábamos sobre lo que es la autoestima y cómo influye en nuestros pensamientos, sentimientos, comportamientos y relación con los y las demás. Por suerte, la autoestima no es rígida ni fija, sino que cambia a medida que se va creciendo, lo que nos permite ir adecuándola. Este cambio viene influenciado por dos aspectos:  • Las circunstancias o actividades que se realizan. Algunas circunstancias fortalecen la autoestima, mientras que otras la dañan. Por ejemplo, sacar muy buenas notas puede fortalecer mi autoestima, mientras que no ser seleccionada para el equipo de fútbol la puede dañar. • Las ideas o pensamientos que se tienen acerca de los hechos. Esto es muy importante porque en muchas ocasiones no se pueden cambiar los hechos pero sí se pueden controlar las formas de interpretarlos, y esta interpretación daña o fortalece la autoestima.  La autoestima se aprende y se forma primero en la familia, ya que esta enseña al y a la menor lo que es, lo

Tener una autoestima adecuada y realizar una buena gestión emocional son factores de protección muy importantes a la hora de prevenir.  Uno de los espacios en los que se pueden educar estas competencias de la  inteligencia emocional  es en la familia, lugar idóneo y privilegiado en los primeros años de la vida de los y las menores, y referencia fundamental para prevenir comportamientos de riesgo en la adolescencia. AUTOCONOCIMIENTO  El  autoconocimiento  es la primera aptitud de la inteligencia emocional. Con el autoconocimiento se pretende que cada persona se conozca tal cual es: su carácter, sus fortalezas y debilidades, cuáles son sus oportunidades de mejora, cuáles son sus valores…  El autoconocimiento es de suma importancia para identificar los recursos personales con los que cuenta la persona, que le  permite tener claridad  sobre el proyecto de vida que se plantea y el desarrollo de competencias que necesita fortalecer para lograrlo. Conocerse es el soporte y el motor de

Fumar es la principal causa de muerte evitable en e l mundo. Solamente en España produce más de 50.000 muertes al año. Todas las personas adultas sabemos que es malo para la salud y la inmensa mayoría de personas fumadoras desearían dejar de hacerlo.  En general, los y las adolescentes también son conscientes del riesgo que conlleva el tabaco. Según la encuesta ESTUDES, el 93,8% de los y las jóvenes españolas piensan que fumar habitualmente puede producir bastantes o muchos problemas . E s ta percepción del riesgo es superior incluso a la que tienen respecto a fumar cannabis. Desde el año 2005 el consumo de tabaco ha descendido considerablemente, tanto en población adulta como en jóvenes, aunque en los últimos años se ha visto una ligera tendencia al alta.  Pero a la vez que el descenso en el consumo de tabaco se producía, se ha visto un importante aumento en el número de jóvenes que consumen otros productos relacionados. Así, e l 48% de los y las jóvenes entre 14 y 18 años

Según los datos que tenemos de la última encuesta ESTUDES, la edad media de inicio en el consumo de alcohol de los y las jóvenes en Asturias es de 14 años , siendo la edad de inicio en las borracheras 14,8. Como padres y madres, no podemos ignorar estos datos y debemos tener en cuenta que una parte más de nuestra labor educativa es enseñarles a relacionarse de una manera adecuada con las drogas, especialmente con el alcohol, que es la sustancia más consumida tanto por jóvenes como por el resto de la población. El alcohol está muy presente en nuestras costumbres, en nuestra gastronomía, en nuestras fiestas y en definitiva, en nuestra sociedad. Durante mucho tiempo se ha considerado al alcohol como un alimento e incluso como una medicina . Y además, no podemos olvidar la importancia y la influencia que tiene la industria del alcohol y la hostelería en nuestro entorno. Teniendo todo esto en cuenta, limitarnos a dar por hecho que nuestros hijos e hijas no van a beber, es un pla