¿QUÉ NORMAS DEBEMOS TENER EN CASA?

En algunas ocasiones, pueden surgir dudas acerca de si hay muchas o pocas normas en el hogar, o si estamos haciendo lo correcto poniendo una norma o dejándolo a la improvisación. En esta publicación vamos a hablar de una clasificación de las normas que puede ser de utilidad para resolver las dudas que se generan habitualmente.

Dependiendo de la importancia de las conductas que regulan, las normas pueden clasificarse en tres categorías, de más importantes a menos: Normas fundamentales, normas importantes y normas accesorias.


 

Normas fundamentales: Son de obligado cumplimiento e innegociables. Si no son respetadas, la convivencia familiar y la educación de sus miembros se ven dañadas de forma importante. Tienen que ver con la integridad física y moral de las personas. Deben ser pocas, claras y deben cumplirse.

         Por ejemplo: No insultar, no agredir, no mentir, no robar.
  
Normas importantes: Son aquellas que tienen que ver con una correcta socialización y salud de los y las menores. Se deben respetar en su mayoría, pero permiten cierta flexibilidad. Deben ser de número limitado. Si no se cumplen afectan a la convivencia familiar.

          Por ejemplo: Respetar horarios (de llegada a casa, de sueño, de alimentación, de estudios, etc.) o reparto de las responsabilidades del cuidado de la casa.

Normas accesorias: Pueden ser numerosas y podemos permitir cierta flexibilidad en su cumplimiento. No son esenciales para la convivencia, pero la mejoran si se cumplen. Son negociables. Tienen que ver con el orden y la organización de la casa o las actividades de ocio generales, entre otras.

          Por ejemplo: Dejar colocadas las cosas que se usan, uso de la TV, o actividades conjuntas familiares.

Al establecer las normas, es necesario saber dentro de qué categoría las incluimos, pues necesitamos que exista un equilibrio en la importancia de las mismas. Una normativa compuesta en su mayoría por normas fundamentales sería excesivamente rígida e inflexible, y, por lo tanto, difícil de cumplir.

Al contrario, una normativa basada principalmente en normas accesorias establecería una pauta educativa sin jerarquía de valores claros, en la que todas las conductas son discutibles y relativas, con los consiguientes problemas educativos y de convivencia.

Y recuerda… Aunque existan normas en casa, en determinadas ocasiones es necesario escoger qué batallas se libran. Es posible que sea necesario escoger entre tener unas normas u otras. A veces, no es tan importante que las zapatillas estén en el pasillo, y es mejor focalizarse en que tu hijo o hija haga la cama y asuma una responsabilidad.

Si tienes dudas con respecto a si en el hogar hay muchas o pocas normas, o de si estas son muy rígidas o más bien negociables, te proponemos el siguiente ejercicio. Toma un papel y un bolígrafo y anota qué normas fundamentales, importantes y accesorias existen en casa. Es posible que, haciendo esta reflexión, encuentres que hay muchas o pocas normas de un tipo en concreto. Además, es posible que se te ocurran nuevas normas que no habías pensado, o que decidas eliminar alguna. Trata de buscar el equilibrio teniendo en cuenta las indicaciones anteriores. ¿Te animas?



Comentarios

Entradas populares de este blog

¿CUÁLES SON LOS RIESGOS Y BENEFICIOS DE LAS TIC?

¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA Y CÓMO INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO?