¿QUÉ ES LA RELAJACIÓN MEDIANTE LA RESPIRACIÓN ABDOMINAL?

La ansiedad es una respuesta natural que se produce cuando una persona anticipa un peligro o catástrofe. Es una reacción que nos activa frente a lo que está por venir. Se compone de una sensación de aprehensión y síntomas físicos (comúnmente molestias gástricas, palpitaciones, falta de aire, y, sobretodo, tensión muscular).

Cuando nos encontramos en un estado de ansiedad, no somos capaces de captar toda la información de nuestro alrededor. Actuamos de forma rápida, sin valorar los pros y los contras de cada decisión, es decir, actuamos de forma impulsiva haciendo lo primero que se nos pasa por la cabeza. Nuestras decisiones impulsivas pueden provocar conflictos, discusiones o futuros problemas.
 

Sin embargo, si una persona está entrenada en relajación, es menos probable que se deje llevar por la ansiedad ante situaciones de incertidumbre y estrés, tomando sus decisiones desde la calma.
 

Hoy hablaremos de dos tipos de respiración. La respiración torácica es aquella en la que usamos solamente la parte superior del pecho. Es el tipo de respiración que realizamos cuando sentimos mucha ansiedad, cuando hiperventilamos o cuando lloramos angustiosamente. Cuando reproducimos esta respiración rápida y superficial, nuestra tasa cardíaca se incrementa y sentimos agitación.
 

Por el contrario, en la respiración abdominal o diafragmática los pulmones se llenan por completo de aire, masajeando el diafragma (el músculo que separa la cavidad torácica del vientre), de ahí su nombre. Esta respiración incrementa la oxigenación en la sangre, masajea los órganos del abdomen y actúa sobre el plexo solar. En definitiva, nos aporta bienestar. Es la respiración que deberíamos aprender a realizar de forma consciente.
 

Al inhalar, los pulmones se llenan de aire todo lo posible, el diafragma desciende y empuja los órganos del abdomen. Es decir, nuestra barriga se “hincha”. Al exhalar, vaciamos nuestros pulmones por completo y el diafragma sube, la barriga “se deshincha” y el ombligo va hacia la columna vertebral.




En las personas adultas y adolescentes, se puede realizar el ejercicio de la respiración en posición tumbada o sentada en una silla. Para los niños y niñas más pequeñas, te dejamos un vídeo con diferentes ejercicios que puedes utilizar para enseñarles la respiración abdominal: 



Practica la respiración abdominal a tu ritmo durante unos 3 minutos con los ojos cerrados. Para que estés en estado de concentración, pon una alarma en el móvil para que te avise del tiempo. Marca en el calendario los días y la hora en la que vas a practicar. A medida que vayas dominando la respiración, ve aumentando el tiempo del ejercicio.

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