¿QUÉ ES EL AUTOCUIDADO Y POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Llevar a nuestras hijas e hijos al cole, ir al trabajo, hacer la compra, corriendo a las clases extraescolares, llega la noche y toca baño, cena, y a dormir... Y cuando nos queremos dar cuenta, llega el final de la semana y no nos hemos dedicado ni un momento a nosotras y nosotros mismos por estar pendientes del cuidado de las hijas y los hijos. Sentimos mucho cansancio, apatía, ansiedad,... O incluso peor, de repente sentimos que el cuerpo no nos da para más, y nos preguntamos cómo hemos llegado hasta ahí, cómo no nos hemos dado cuenta antes. ¿Os ha pasado esto alguna vez? ¿Os sentís reflejadas y reflejados en este relato?

La rutina del día a día nos envuelve y nos arrastra con toda su velocidad. Horarios, responsabilidades, actividades, ... Nos hemos malacostumbrado a vivir con rapidez. Y cuando nos damos cuenta, nos hemos dejado llevar por la inercia y vamos a toda prisa a todas partes. Cuando esto ocurre, solemos dejar de lado nuestro propio autocuidado. Dejamos de hacer las cosas que nos gustan, de cultivar esas aficiones que nos interesan, de ver esa serie en la televisión que tanto nos entretiene, de ver a nuestras propias amistades... Y todo por dejarnos llevar por la vorágine de nuestro rol de madres y padres.


El autocuidado consiste en desarrollar actividades que nos proporcionan bienestar emocional y físico. Implica dedicarnos tiempo a nosotras mismas y a nosotros mismos para sentirnos bien, en calma, plenos.

Es posible que en determinados momentos te hayan asaltado pensamientos de culpa a la hora de planificar tus momentos de autocuidado: "No tengo tiempo", "quizás debería estar adelantando trabajo en lugar de hacer deporte", "en este tiempo podría haber aprovechado a poner una lavadora", ... Pero la realidad es que debemos tener claro que para cuidar a las demás personas (en este caso nuestras hijas e hijos), debemos estar bien nosotras y nosotros mismos en primer lugar. Si estamos bien, desempeñaremos nuestras tareas laborales mejor, cuidaremos con más atención y con más cariño de nuestras hijas e hijos, encontraremos soluciones más eficaces a los problemas que vayan surgiendo, ... Sin embargo, si no nos autocuidamos sentiremos más ansiedad, dormiremos peor, estaremos más irascibles, y reaccionaremos más agresivamente ante los conflictos que puedan surgir con nuestras hijas e hijos, es decir, nos dejaremos llevar impulsivamente y nuestro autocontrol se verá mermado.

Te proponemos el siguiente ejercicio: Toma una hoja de papel y dibuja una tabla a modo de horario, que vaya de lunes a viernes y que contenga todas las horas del día (de 00:00 a 24:00 h). Piensa en cómo es una semana normal de tu vida, y vete ubicando en esa tabla todo lo que sueles hacer: Dormir, trabajo, pasar tiempo de ocio en familia con los y las hijas, tus aficiones, hacer deporte, ... Escribe todo lo que suelas hacer en tu día a día.

Ahora observa el resultado y párate un momento: ¿Dónde estás tú en esa tabla? ¿Hay tiempo dedicado para ti en esa tabla semanal? ¿Cuánto tiempo estás dedicando a cuidarte a ti misma o a ti mismo a lo largo de la semana? 

Si no ves en esa tabla semanal un tiempo dedicado para ti, es el momento de incluirlo. ¿Sabes qué es lo mejor de todo? ¡Que el autocuidado también se entrena! Puedes comenzar dedicando un par de horas a la semana a hacer aquello que te gusta hasta que lo conviertas en rutinario. Aunque lo ideal sería que pudieras llegar a dedicar 1 hora al día para ti misma o para ti mismo.

Existen muchísimas formas de practicar nuestro autocuidado. Aquí te recordamos algunas de ellas:

1. Descansar lo suficiente: Dormir el número necesario de horas para que nuestro cuerpo se regenere y recargue totalmente las pilas. Si te cuesta conciliar el sueño, recuerda practicar tus rutinas de relajación justo antes de irte a dormir.

2. Mantener una alimentación equilibrada: Nuestro cuerpo necesita nutrirse de alimentos ricos en diversos nutrientes para poder funcionar adecuadamente y prevenir enfermedades. Utiliza herramientas útiles como el plato de Harvard para planificar las comidas en el hogar y no tener que improvisar.

3. Realiza actividad física: Practicar deporte implica múltiples beneficios físicos y emocionales para nosotras y nosotros mismos. Si no lo haces habitualmente, comienza paulatinamente a introducir el deporte en tu rutina semanal. Notarás rápidamente sus beneficios.

4. Mantén el vínculo con tus amistades: Hoy en día hemos descubierto nuevas formas de relacionarnos. Aunque lo ideal sería poder quedar físicamente con nuestras amistades, si esto no es posible podemos organizar videollamadas para mantenernos en contacto.

5. Y lo más importante... Saca un tiempo determinado del día a ti misma o a ti mismo: Ver un capítulo de esa serie que nos engancha, preparar un menú especial, leer un libro, hacer 40 minutos de deporte, ... Existen millones de formas de dedicarnos tiempo. Busca aquello que te haga desconectar y relajarte y prográmalo en tu agenda.


Por último, recuerda que somos modelos para nuestras hijas e hijos. Si ellos y ellas observan que nos cuidamos y que nos damos importancia, aprenderán también que la salud no es solamente la ausencia de enfermedad, sino que también debemos cuidar nuestro bienestar emocional.

¿Qué es para ti lo importante? ¿Qué es aquello que te hace sentir bien? ¡Déjanos tu experiencia en los comentarios!

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿CUÁLES SON LOS RIESGOS Y BENEFICIOS DE LAS TIC?

¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA Y CÓMO INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO?

¿QUÉ NORMAS DEBEMOS TENER EN CASA?