¿QUÉ ES EL TABACO Y LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS? ¿CÓMO AFECTA A LAS PERSONAS JÓVENES Y A LA COVID-19?

Fumar es la principal causa de muerte evitable en el mundo. Solamente en España produce más de 50.000 muertes al año. Todas las personas adultas sabemos que es malo para la salud y la inmensa mayoría de personas fumadoras desearían dejar de hacerlo. 

En general, los y las adolescentes también son conscientes del riesgo que conlleva el tabaco. Según la encuesta ESTUDES, el 93,8% de los y las jóvenes españolas piensan que fumar habitualmente puede producir bastantes o muchos problemas. Esta percepción del riesgo es superior incluso a la que tienen respecto a fumar cannabis.

Desde el año 2005 el consumo de tabaco ha descendido considerablemente, tanto en población adulta como en jóvenes, aunque en los últimos años se ha visto una ligera tendencia al alta.  Pero a la vez que el descenso en el consumo de tabaco se producía, se ha visto un importante aumento en el número de jóvenes que consumen otros productos relacionados. Así, el 48% de los y las jóvenes entre 14 y 18 años han usado alguna vez cigarrillos electrónicos. Existe evidencia que indica que los y las jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos tienen muchas más probabilidades de acabar consumiendo tabaco tradicional.

Los cigarrillos electrónicos o vapeadores son dispositivos que, mediante una batería y un sistema electrónico, calientan un depósito donde se almacenan unos líquidos que se vaporizan. Estos líquidos suelen contener nicotina en la mayoría de los casos, además de propilenglicol, glicerina, saborizantes y otros compuestos químicos. Además de la nicotina, sustancia altamente adictiva y perjudicial para la salud, en el vapor que liberan los cigarrillos electrónicos se han encontrado diferentes sustancias tóxicas, algunas de ellas incluso cancerígenas como varios hidrocarburos aromáticos policíclicos, níquel, cromo y plomo.

El aumento en el consumo de estos productos no es casual y viene propiciado en gran medida por el inmenso gasto en publicidad que las grandes tabaqueras (propietarias de la mayoría de compañías de cigarrillos electrónicos) están haciendo en internet y redes sociales, financiando a “influencers” y personajes de referencia para los y las jóvenes. Se ofrece una imagen de las personas que vapean como interesantes, atractivas, rebeldes o divertidas. 

Además de los efectos negativos ya conocidos que el uso de este tipo de productos conlleva, en estos momentos de “nueva normalidad”, se están evidenciando nuevos riesgos relacionados con la Covid-19. Existen varios estudios que asocian el hábito de fumar con una mayor gravedad en el desarrollo de la enfermedad y un peor pronóstico de la misma.

La Organización Médica Colegial de España (OMC), en colaboración con la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, ha elaborado un documento con la siguiente información: 

Además, la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud advierte que se deben tener en cuenta otros riesgos existentes asociados al acto de fumar y vapear: 
• Manipulación de la mascarilla de protección y contacto repetitivo de los dedos con la boca tras tocar productos (cigarrillos convencionales o electrónicos) o utensilios que podrían actuar como fómite (transmisor inanimado) del virus.
• Expulsión de gotitas respiratorias (llamadas gotitas de Flügge) que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas. 
• Factor de relajación de la distancia social de seguridad. 

Por este motivo, se recomienda evitar su consumo en ambientes comunitarios y sociales. En caso de realizarse, que sea en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados. 

En este vídeo, el Doctor Joseba Zabala explica la influencia del tabaco y el vapeo en los medios de transmisión conocidos de la Covid-19.

Así pues, fumar y vapear siempre es peligroso para la salud, pero en estos momentos lo es aún más, por las mayores posibilidades de contagio que las personas fumadoras tienen frente a las que no fuman.

Es importante que hablemos con nuestros hijos e hijas de los riesgos que conllevan el consumo de tabaco y otros productos para su salud, además de advertirles de las estrategias publicitarias de las empresas del sector para atraer a las personas jóvenes.

Tienes más información sobre los mitos asociados al tabaco y los cigarrillos electrónicos, así como recursos de ayuda en https://www.oviedo.es/diamundialsintabaco.