¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN LA AUTOESTIMA?

En la publicación anterior hablábamos sobre lo que es la autoestima y cómo influye en nuestros pensamientos, sentimientos, comportamientos y relación con los y las demás. Por suerte, la autoestima no es rígida ni fija, sino que cambia a medida que se va creciendo, lo que nos permite ir adecuándola. Este cambio viene influenciado por dos aspectos: 

• Las circunstancias o actividades que se realizan. Algunas circunstancias fortalecen la autoestima, mientras que otras la dañan. Por ejemplo, sacar muy buenas notas puede fortalecer mi autoestima, mientras que no ser seleccionada para el equipo de fútbol la puede dañar.

• Las ideas o pensamientos que se tienen acerca de los hechos. Esto es muy importante porque en muchas ocasiones no se pueden cambiar los hechos pero sí se pueden controlar las formas de interpretarlos, y esta interpretación daña o fortalece la autoestima. 

La autoestima se aprende y se forma primero en la familia, ya que esta enseña al y a la menor lo que es, lo que las demás personas piensan de él o de ella. Los referentes educativos, principalmente padre y madre, complementarán la autoestima del o de la menor, a través de determinados mensajes, que en muchas ocasiones han recibido en sus propias familias, con lo que es importante ser conscientes de los mensajes que se han recibido para reflexionar hasta qué punto están siendo otra vez trasmitidos:

• “Sé perfecto o perfecta”. Son personas que se caracterizan por exigir la perfección, ser excesivamente detallistas para no cometer ningún error; su grado de exigencia les impide arriesgarse por miedo a equivocarse. Analizan los errores como falta de valía y suelen ser personas insatisfechas y que necesitan controlar todos los factores antes de actuar.

• “Sé fuerte”. Son personas que se caracterizan por intentar vivir sin manifestar ningún tipo de debilidad, miedo o inseguridad. Expresar vulnerabilidad no es lo suyo. Se muestran autosuficientes, con total independencia de las demás personas. Les cuesta pedir ayuda y no suelen exteriorizar sus sentimientos.

• “Sé complaciente”. Son personas que se caracterizan por anteponer las necesidades de las otras personas a las suyas. Sienten que son dignas de valoración en la medida que se vuelcan y complacen a otras. No saben decir “no”, ni poner límites. Buscan el cariño haciéndose indispensables.

• “Inténtalo… pero vas a fracasar”. Son personas que se caracterizan por haber aprendido que lo importante no es plantear el problema, analizar las metas, plantear objetivos realistas. Lo importante es esforzarse, intentarlo. No confían en sí mismas, en sus recursos ni posibilidades, viven con la sensación de falta de control sobre lo que pueda ocurrir.

Existen varios factores que influyen en el desarrollo de una autoestima positiva o adecuada: 

• Afectividad: El desarrollo de la autoestima dependerá del tipo de relaciones que se establezcan a lo largo de la existencia de la persona, para lo cual es esencial que la persona se encuentre en un clima de afecto y amor, no sólo en el hogar, sino en todo ambiente en el que le toque desenvolverse en el transcurso de su vida.

• Confianza: Es la base para la seguridad de toda persona, sin ella todo crecimiento posterior será más vulnerable. La confianza se crea haciendo sentir a la persona que siempre le vamos a decir la verdad y que es digna totalmente de nuestro respeto. También se fomenta transmitiéndole la seguridad de que nada malo va a ocurrirle, mediante la exposición a riesgos que pueda tolerar. Y por supuesto, haciéndoles ver que, pase lo que pase, el amor es incondicional aunque existan comportamientos reprobables.

• No juzgar: El hecho de ser juzgada constantemente y en exceso crea una persona extremadamente autocrítica, insegura y descontenta consigo misma. Los juicios negativos pueden llevar a hacer dudar de las habilidades o capacidades propias y, por ende, influir directamente en el desarrollo de una baja autoestima. Todo ser humano necesita sentirse aceptado tal cual es.

• Respeto: Cuando le decimos a otra persona que lo que siente o piensa no es válido, menoscabamos su autoestima. En este punto debemos recordar que las emociones no son voluntarias, ni buenas o malas; simplemente son.

• Empatía: Para desarrollar la seguridad de una persona es muy importante que esta se sienta comprendida y respetada. No se trata de coincidir ni de discrepar, sino que se trata de hacer ver a la otra persona que entendemos lo que está ocurriendo, sin emitir juicios y sin tratar de modificar sus sentimientos. 

• Ambiente fortalecedor: La autoestima se construye diariamente a través de nuestras experiencias y de las relaciones con las personas que nos rodean. El autoconcepto viene moldeado por las experiencias familiares principalmente. Si la persona es valorada en su entorno, sobre todo el familiar, aumentará su autoestima y desarrollará su propia identidad.

En este vídeo de la Dra. Laura Rojas Marcos puedes ampliar esta información:

¿Eres consciente de los mensajes que has recibido y que han influido en tu autoestima? ¿Los estás repitiendo o intentas que tus hijos e hijas reciban mensajes diferentes? ¿Cómo crees que puedes ayudarles a que desarrollen una autoestima adecuada y se sientan mejor?